LA GANADERÍA SOSTENIBLE MITIGARÍA LAS EMISIONES DE GAS DE EFECTO INVERNADERO EN 41%
«A cada animal se le coloca un collar que, por GPS, utilizando un sistema satelital, ayuda a identificar la localización del bovino. Este se puede programar para delimitar ciertas zonas de las que no queremos que se salga el animal», comentó Ricardo Arenas, médico veterinario y coordinador en asistencia técnica y extensión en Fedegan.
El collar primero emite una señal auditiva antes de que el bovino franquea el límite de la parcela trazado virtualmente. Si sigue caminando, recibe un estímulo eléctrico como ocurre con los pastores eléctricos tradicionales. «El animal aprende muy rápido y con el tiempo ya no se deja coger por la corriente», agregó.